La cámara que reúne a más de 250 bodegas y empresas del sector, advirtió sobre las consecuencias negativas que acarrearía para la industria el Proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos que propone imponer un 8% de derechos a las exportaciones de vino.
Luego del anuncio del Proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, que propone imponer un 8% de derechos a las exportaciones de vino, Bodegas de Argentina (BdA), la cámara que reúne a más de 250 bodegas y empresas del sector, advirtió sobre las consecuencias negativas que acarrearía para la industria.
La cámara vitícola explicó que la imposición de este gravamen tendría repercusiones directas en la economía del sector vitivinícola y en la estabilidad laboral de cientos de miles de trabajadores.
Para la cámara empresarial, el 8% de derechos a las exportaciones de vinos representa un monto insuficiente para el Estado, sumando apenas 60 millones de dólares a las arcas estatales, lo que equivale a un porcentaje del 0,005% del gasto público.
Walter Pavón, Gerente de Relaciones Institucionales, destacó en el Plenario de la Comisión de Diputados que tuvo lugar este lunes 15 de enero en el Congreso de la Nación que "somos una industria atomizada, no existe concentración en nuestra industria con lo cual el derrame hacia todas las provincias es muy grande. Tenemos una industria que genera valor agregado y Marca País". Además agregó que, como consecuencia de esta medida "puede matar el negocio en el cortísimo plazo. El vino no es un comodity, vendemos productos donde detrás hay familias, hay marcas, regiones y cultura".
Desde Bodegas de Argentina comunicaron un ferviente mensaje de "No a las Retenciones a las Exportaciones de Vino y Sí al trabajo de 17.000 productores de uvas que año a año generan esta Bebida Nacional con Valor Agregado y Marca País".
Algunas de las consecuencias que prevé BdA:
- Agravamiento de la caída en las exportaciones, que ya ha experimentado un declive del 30% en el último año.
- Disminución de la competitividad del vino argentino en comparación con países que no imponen gravámenes a las exportaciones.
- Impacto directo en la cadena de valor, reduciendo la cantidad de empleos directos e indirectos, afectando la inclusión y arraigo en las zonas vitivinícolas.
- Riesgo de degradar el vino a la categoría de commodity, perdiendo así su valor agregado.
- Consecuencias negativas en actividades relacionadas como el enoturismo, fuente crucial de ingresos en divisas para la región.
Para cerrar Walter Pavón expresó "pedimos sensibilidad por la comprensión de lo que significa ir en contra de una industria como la vitivinícola y nos ponernos en el lugar de ustedes también para analizar y encontrar soluciones alternativas".
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FUENTE: LUGARESYSABORES.COM
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